BIENVENIDOS A SU REVISTA LA URRAKA, GRAZNIDO OFICIAL DE LA GENERACIÓN FALLIDA. EDICIÓN Nº 11
EDITORIAL.
Cuando la alemana Clara Zetkin propuso en 1910, durante la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, reunidas en Copenhague, el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer, no hizo sino materializar un viejo anhelo de justicia que palpitaba en el corazón de todas las mujeres del mundo.
Desde Lisístrata en Grecia, que empezó una huelga sexual contra los hombres para poner fin a la guerra;
Hipatia de Alejandría, científica y filósofa, que desde las matemáticas y la astronomía demostró la competencia de la mujer;
Juana de Arco, que tomó las riendas de las tropas francesas para expulsar al invasor inglés;
Marie Curie, con sus dos premios Nobel de Física y Química, entregando a la posteridad los rayos X a cambio de su vida;
Alfonsina Storni, que nos legó la belleza de su poesía antes de entrar al mar para acabar con el cáncer que la mataba en vida;
Ana Frank, con sus 15 años y su diario escrito en el desván donde se escondía de la cacería nazi;
Frida Kahlo, quien con su arte y su tremenda resistencia a los dolores y a la adversidad nos demostró la fortaleza y decisión que el alma de una mujer puede albergar;
Gabriela Mistral desde la palabra y la docencia;
La madre Teresa de Calcuta quien nos enseñó que hay que amar hasta que duela;
Rigoberta Manchú desde la lucha y la resistencia a las injusticias sociales y raciales;
Doña Rosa Parks, quien ese día del año 1955 decidió que no se levantaría de su sitio en el autobus para darle su puesto a un hombre blanco;
Policarpo Salavarrieta desde la heroicidad frente al pelotón de fusilamiento;
Manuela Beltrán arrancando con valor el edicto inhumano y dando origen al movimiento comunero;
Manuelita Sáenz arriesgando su vida por amor a Bolívar;
María Cano y sus reivindicaciones sociales y laborales;
Ingrid Betancour resistiendo desde la manigua las inclemencias de un conflicto fraticida;
Hasta cada una de las millones de mujeres que todos los días en el mundo se levantan por la mañana a poner su cuota de sacrificio, coraje, amor, dedicación, y empeño para mantener en equilibrio a toda la humanidad.
A todas esas mujeres, incluyendo a las poetas, escritoras y amigas de La UrraKa, hoy y siempre les decimos GRACIAS.
Cuando la alemana Clara Zetkin propuso en 1910, durante la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, reunidas en Copenhague, el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer, no hizo sino materializar un viejo anhelo de justicia que palpitaba en el corazón de todas las mujeres del mundo.
Desde Lisístrata en Grecia, que empezó una huelga sexual contra los hombres para poner fin a la guerra;
Hipatia de Alejandría, científica y filósofa, que desde las matemáticas y la astronomía demostró la competencia de la mujer;
Juana de Arco, que tomó las riendas de las tropas francesas para expulsar al invasor inglés;
Marie Curie, con sus dos premios Nobel de Física y Química, entregando a la posteridad los rayos X a cambio de su vida;
Alfonsina Storni, que nos legó la belleza de su poesía antes de entrar al mar para acabar con el cáncer que la mataba en vida;
Ana Frank, con sus 15 años y su diario escrito en el desván donde se escondía de la cacería nazi;
Frida Kahlo, quien con su arte y su tremenda resistencia a los dolores y a la adversidad nos demostró la fortaleza y decisión que el alma de una mujer puede albergar;
Gabriela Mistral desde la palabra y la docencia;
La madre Teresa de Calcuta quien nos enseñó que hay que amar hasta que duela;
Rigoberta Manchú desde la lucha y la resistencia a las injusticias sociales y raciales;
Doña Rosa Parks, quien ese día del año 1955 decidió que no se levantaría de su sitio en el autobus para darle su puesto a un hombre blanco;
Policarpo Salavarrieta desde la heroicidad frente al pelotón de fusilamiento;
Manuela Beltrán arrancando con valor el edicto inhumano y dando origen al movimiento comunero;
Manuelita Sáenz arriesgando su vida por amor a Bolívar;
María Cano y sus reivindicaciones sociales y laborales;
Ingrid Betancour resistiendo desde la manigua las inclemencias de un conflicto fraticida;
Hasta cada una de las millones de mujeres que todos los días en el mundo se levantan por la mañana a poner su cuota de sacrificio, coraje, amor, dedicación, y empeño para mantener en equilibrio a toda la humanidad.
A todas esas mujeres, incluyendo a las poetas, escritoras y amigas de La UrraKa, hoy y siempre les decimos GRACIAS.
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